domingo, 17 de junio de 2012

La tilde diacrítica


 
 

La tilde diacrítica es la que sirve para diferenciar palabras que por lo demás se escriben igual. Esto es lo que ocurre con pares como de (preposición) y  (verbo) o el (artículo) y él (pronombre), según vemos, respectivamente, en los ejemplos (1)-(4):
(1) [...] hay millones de familias que viven en crisis permanente [Mi Jaula de Grillos, acceso 24-3-2009]
(2) Porque en mi opinión estos premios son tan curiosos que su objetivo es que el premiado  prestigio al premio, y no al revés [comentario de un lector en Error500, acceso: 24-3-2009]
(3) El padre vivía en casa de Pilar, en dos habitaciones de arriba [Gustavo Martín Garzo: El pequeño heredero]
(4) Él la observaba y la escuchaba [El Blog de Beatriz, acceso: 24-3-2009]
No basta con que haya dos palabras que se escriban igual pero tengan significado diferente. Para que se eche mano de la tilde diacrítica es necesario además que una sea tónica y la otra átona. Por eso no la hay en el par son (‘sonido agradable’, sustantivo) y son (del verbo ser), pues las dos tienen su propio acento prosódico:
(5) [...] escuché hacia mediados del 2004 por primera vez a Lila cantando en maya y en azteca nativo “La Martiniana”, que es un sonmixteca, un poema hermoso [comentario de una lectora en Recuerdos del Día de Mañana, acceso: 24-3-2009]
(6) Buenas novelas del autor son ”Novela de ajedrez”, “Carta de una desconocida” o”Veinticuatro horas en la vida de una mujer” [Atalanta, acceso: 24-3-2009]
Por este motivo, en la Ortografía de la lengua española de 2010 se han eliminado dos casos tradicionales de tilde diacrítica: la de los pronombres demostrativosy la del adverbio soloLa tilde no diferenciaba aquí una palabra tónica de otra átona, pues los dos miembros del par eran tónicos.
Posiblemente, el de la tilde diacrítica haya sido uno de los ámbitos que se han visto más afectados por las reformas de esta última edición de la ortografía académica, puesto que también se ha eliminado la que según las reglas antiguas se colocaba sobre la conjunción ó cuando iba entre cifras. Se pasa a escribir así, a partir de ahora, simplemente, 15 o 16.
Después de las reformas, la tilde diacrítica queda reducida a tres ámbitos.
En primer lugar, algunos pares de monosílabos (los enlaces conducen a explicaciones detalladas):
a)  mí – mi (pronombre personal frente a posesivo),
b) tú – tu (pronombre personal frente a posesivo),
c) él – el (pronombre personal frente a determinante),
d) sí – si (pronombre personal o afirmación frente a conjunción),
e) té – te (nombre de una planta o infusión frente a pronombre personal),
f)  dé – de (verbo frente a preposición),
g) sé – se (verbo frente a pronombre personal, marca de impersonalidad, etc.),
h) más – mas (comparativo de superioridad frente a conjunción)
En segundo lugar, los interrogativos y exclamativos quécuálquiéncómo,cuántocuáncuándo dónde.
Por último, el adverbio aún/aun.
Para terminar, conviene aclarar que cuando no hay posibilidad de confusión porque no existe otra palabra homógrafa, tampoco es necesaria la tilde diacrítica. Esto es lo que ocurre con el pronombre ti, que muchos escriben erróneamente con tilde por analogía con  y sí.

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